martes, 9 de agosto de 2011

Sammy la morada lagartija


Había una vez una pequeña lagartija llamada Sammy , ella tenía una característica especial , era diferente a su familia y amigos porque Sammy era una lagartija morada , ella desde un principio le gustaba su color pero constantemente recibía burlas de parte de  sus compañeros.
-Ajajaja miren quien viene ahí la berenjena ajajaja-. Decían burlonas las saltamontes , su mejor  amiga   Sandy  siempre trataba de defenderla y  apoyarla, pero Sammy  cada día le gustaba menos su color estaba cansada de que la molestaran  de las burlas y de sentirse  diferente.
Un día después de la escuela  camino por el prado de Villa Esperanza se encontró con una mujer muy  particular que le dijo:
-¿Por qué caminas tan triste pequeña lagartija?  Le dijo la mujer.
-  No lo sé creo que ya no me siento especial con este color de piel que tengo. Le respondió
- Pero mi pequeña, este color te hace especial, diferente no puedes sentirte mal por eso, al contrario orgullosa debes caminar.
Sammy  siguió su camino pensando en las palabras de la bella mujer, la cual en cierta parte logró subirle un poco el ánimo, por lo demás sintió una atracción especial con ella.
Al llegar a casa Sammy  sacó las llaves y entro a su pequeño hogar, donde sola vivía, ya que a nadie le agradaba compartir mucho con ella por su raresa, solo a su amiga Sandy la cual vivía muy lejos y solo la veía en la escuela. Entonces en medio de la depresión y aburrimiento, Sammy comenzó a ordenar su pieza, saltando de allá para acá lograba correr muebles y estantes, en esto desde un cajón olvidado encontró un pequeño álbum con fotos olvidadas y desgastadas, entonces comenzó a mirarlas con nostalgia.
 Lo que no sabíamos era que Sammy fue abandonada desde pequeña, ya que sus padres se asustaron al ver su aspecto al nacer.
Las fotos eran de Sammy pequeña en el orfanato  con sus amigos, ya que cuando pequeña inocentemente la querían mucho, pero al crecer las apariencias se vuelven de mayor importancia por lo que la dejaban de lado, entonces comenzó a cuestionarse…
-Ah,  como me gustaría poder haber conocido a mi familia y compartir con ellos lo que siento.
Con nostalgia se acuesta en su pequeña  bolita de caramelo, en la cual descansaba dulcemente.
Al día siguiente, Sammy salió muy rápido y apurada de su casa ,ya que atrasada iba, corriendo por el camino tropieza con una pequeña piedra saltarina, se levanta y se da cuenta de que sangre azul corre por su patita, en eso de repente al mirar hacia arriba se da cuenta de que la extraña mujer está al frente suyo.
-Oh, exclamó, es usted nuevamente
-Sí mi pequeña -Dijo la mujer
- ¿Qué es lo que quiere? – señalo Sammy
-Curarte esa herida  -Dijo amable.
-Está bien, confió en usted.
Llegando a Casa de Marta, como se llamaba la amable mujer, Sammy, muy curiosa, recorrió el lugar,  mientras Marta buscaba el botiquín, Sammy recorría el dormitorio de la mujer, cuando de pronto sin querer encuentra una barita mágica, en ese instante siente en la puerta a Marta quien exclama:
-Sammy que haces aquí
Asustada Sammy deja caer la barita al piso, Marta la ve, la recoge y pide a Sammy que se siente para explicarle.
Es esto un poco complicado, pero debo decírtelo, soy una hechicera.- dice Marta con preocupación.
-Oh, nunca lo pensé de usted bella señora – Exclama Sammy asustada.
-Pequeña lo que menos quiero es ahuyentarte, desde que te vi sentí el deceo de ayudarte, para que no sigas sufriendo.
-¿Me lo dice en serio?, ¿Por qué? , yo no soy nada suyo.
- Entonces Marta muy complicada y  con rodeos le cuenta la verdad.
- Sammy, mi linda Sammy tu eres mi hija.
-¡Que!, como dice, yo que la creía buena persona, pero es malvada, me abandonó
Entonces Marta desconsolada le cuenta la verdadera historia.
-En esos años yo era muy joven y no sabía la responsabilidad que me traerías tu mi pequeña lartijita, además como eras diferente, necesitabas un trato especial, entonces cobardemente te puse al cuidado del orfanato. Pero he vuelto y todos estos años no han sido en vano me he convertido en la mejor hechicera de la tierra y con ello cambiaré tu vida, podrás ser una lagartija normal y junto a mí seremos felices.
Entonces Sammy emocionada y comprendiendo la situación le da un fuerte abrazo a Marta y camina pasivamente hacia un  gran espejo de la habitación, en el cual se detiene a ver su característica piel morada.
-Estás lista para ser otra – Dice su mamá por detrás.
- No – exclama Sammy
-¿Cómo?
-Es que ya no quiero ser igual a todos prefiero ser especial y me gusta como soy, me he dado cuenta de esto.
Marta llorando le da un fuerte abrazo a su hija, diciéndole que es la mejor decisión que pudo haber tomado y juntas  disfrutaron de la vida y fueron felices para siempre.



3 comentarios:

  1. Un amigo tiene una lagartija morada llamada Gertrudis, me gustaría que le contaran la bella y heroica historia de Sammy, por favor lo pueden ubicar en Facebook, responde al nombre de Melvin Lengster.

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  2. Disculpe pero se me pasó decirle que Gertrudis es de la India, ¿que curioso no?.

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